El encargo consiste en el desarrollo de un conjunto de oficinas. La parcela se sitúa en un espacio abierto adyacente al Hotel Orian con una superficie total de terreno de 11.300 metros cuadrados.
Mediante una retícula de 7,5 x 7,5 metros y una estrategia de espacios llenos y vacíos, se generan cuatro edificios independientes, que al mismo tiempo se relacionan entre sí. Además de las oficinas, el proyecto incorpora varios espacios interiores y zonas ajardinadas que se disponen en torno a unos patios. Los servicios y elementos centrales están situados en el punto de interacción entre los edificios.
El complejo ofrece espacios al aire libre, fomenta la biodiversidad, utiliza especies autóctonas y reduce el efecto isla de calor. La intervención mejoró las estrategias para reducir los daños medioambientales y económicos asociados a un uso excesivo de energía.
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